Evidentemente, el magisterio peruano tiene un gran reto y una gran responsabilidad en la lucha por una educación para el cambio y el desarrollo nacional, como es natural, algunos sectores todavía no comprenden este nuevo proceso y tienen una visión unilateral de la lucha de clases en el ámbito educativo. En este contexto, constituye una necesidad histórica de carácter insoslayable el estudio y la aplicación de la táctica general del Nuevo Curso que se concreta en el aula en la lucha por la construcción del Modelo Pedagógico Peruano, para ello, antes debemos derrotar la reforma educativa neoliberal confrontando y anteponiendo la necesidad de una Reforma Educativa Democrática, Patriótica y Descentralista; obviamente desplegando acciones contundentes al calor de la lucha de clases y combinando con la acción directa de masas.
En este sentido, el Perú de hoy, demanda un nuevo maestro, un nuevo magisterio que esté en condiciones de dar una batalla formidable premunido del Nuevo Curso en su dimensión exacta y concreta con todos sus componentes, sin lugar a dudas la escuela y el sindicato es el escenario adecuado, sin embargo es insuficiente y existe la necesidad de llevar esta nueva visión al conjunto de la sociedad. Ese es el nuevo maestro, promotor del cambio social, con vocación unitaria, con sólida formación m-l, propositivo y despercudido de lastres sectarios y dogmáticos.
Ningún maestro se puede sustraer a esta tarea, desarrollar el Nuevo Curso
es la voz que el Perú reclama, no entenderlo así implica que todo siga como está y los maestros no pueden ser indiferentes al drama social que vive el Perú.
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